24 Oct
Igualdad

Igualdad En las diversas nociones de igualdad, es posible distinguir dos familias de significados: en la primera, la palabra "igualdad" indica una clase de justicia o trato justo. En la segunda, "igualdad" indica semejanza u homogeneidad. En algunos contextos los dos significados pueden superponerse o converger, pero son diferentes. Tratar a las personas en forma justa puede requerir tratarlas en forma diferente; por otro lado, tratar a las personas como si fueran semejantes no es tratarlas necesariamente en forma justa. Igualdad como justicia es una proposición de valor que se refiere a cómo las personas deberían ser tratadas; se refiere a las relaciones entre personas. Igualdad como semejanza, sin embargo, es un alegato de hecho; postula características comunes en las personas. De él puede derivarse una proposición de valor. Sin embargo, si la igualdad como semejanza es declarada como un valor, puede suceder que alegue no un hecho que es, sino un hecho que debería crearse. Cuando esta noción viene asociada al poder, las consecuencias pueden ser temibles.

La igualdad, significaba que todos son puros o que todos son impuros?, Significaba que todos eran iguales en dignidad, o en abyecta impotencia ante el Todopoderoso? , Significaba que las personas debían ser respetadas en sus diferencias, o que son semejantes, o pueden hacerse semejantes?

Por otro lado, la noción homogeneizadora de la igualdad ha sido una fuerza poderosa. La imagen de Hobbes de las personas como tan semejantes como granos de arena o átomos que pueden crear valor sólo como partes constituyentes de la gran máquina del estado, ha operado realmente para hacer a las personas de esa manera.

Tocqueville hizo claro que la atomización de la sociedad en individuos uniformes no significaba una tendencia hacia la igualdad económica: En verdad, no conozco ningún país donde el amor al dinero haya logrado un dominio más fuerte en los afectos del hombre y donde se exprese un desprecio más profundo por la teoría de la igualdad permanente de la propiedad.

Fue en el contexto de esta Norteamérica del siglo XIX que la igualdad fue redefinida una vez más, ahora como "igualdad de oportunidad". Porque la igualdad de oportunidad sólo tiene sentido en una sociedad organizada como un juego competitivo, en el que hay ganadores y perdedores. Lo que son iguales no son las personas, sino las reglas del juego. En este sentido es una forma de economización de la igualdad bajo la ley. La diferencia es que el objeto del juego es precisamente producir desigualdad. La idea es que la división de la sociedad es justa si se lleva a cabo bajo reglas justas.

Algunos defensores del desarrollo argumentan que esto es sólo cierto en un tipo de desarrollo y que existe otro tipo -el desarrollo alternativo, el desarrollo auténtico, el desarrollo a favor de los pueblos y similares- que pueden traer igualdad y prosperidad a todo el mundo. Si esto significa que una diferente estructura política y económica mundial podría terminar con la opresión y el hambre y establecer la paz y la justicia internacional, entonces esto ciertamente describe una esperanza que nunca debe ser abandonada. Pero si esto significa que existe algún proceso de desarrollo económico que podría establecer la igualdad económica entre los países en el nivel que hoy se entiende como prosperidad, eso es completamente otra cuestión.

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